El edificio original, de muros de 80 cm de espesor, y techos bajos: pesado. El nuevo: una estructura muy liviana con una piel de cristal, que lo convierte, al estar iluminado, en un show desde su primera planta. La calle le toma el pulso al club, pues este se ha convertido en el mayor escaparate.
La metáfora: al desnudar el edificio, el bar se ofrece al exterior, el publico baila frente a la fachada de la iglesia.